domingo, 29 de septiembre de 2013

Reflexiones finales de una viajera...

Creo que después de 25 aviones, 9 países y más de 60.000 kilómetros recorridos puedo decir satisfecha que he logrado cumplir mi sueño de dar la vuelta al mundo. Cuando mis amigos me preguntaban, antes de emprenderlo, el "para qué" de mi viaje yo tenía muy claro, desde hace mucho tiempo, mi propósito: conocer, descubrir, compartir y, sobre todo, aprender, viviendo experiencias diferentes de las que estoy acostumbrada.
Con mi mochila, en Bangkok
Me traigo a casa la mochila llena de lugares maravillosos, paisajes increíbles y ciudades súper interesantes. También me traigo en mi equipaje más conocimiento de mí misma, de cosas que quiero mejorar y de otros aspectos que he descubierto, que no conocía y que intentaré potenciar. Pero, sobre todo, me traigo en la mochila el conocer un poquito más de este mundo y de diferentes culturas a través de los ojos de muchos amigos que he tenido la gran suerte de encontrar en mi camino. He disfrutado intensamente de todas y cada una de las conversaciones y de los momentos compartidos con tantos viajeros y amigos. He vivido, también intensamente, muchas emociones: he reído, (mucho), he sentido pena o tristeza, (algunas veces), me he sentido perdida o frustrada, (en bastantes ocasiones), me he maravillado, (cada día y con cada descubrimiento), y, sobre todo, me he sentido agradecida por esta oportunidad que la vida me ha regalado.
 Jardín de orquídeas, Chiang Mai
Espero que después de esto no se me olvide nunca la gran suerte que tengo de haber nacido en el país que he nacido, donde, a pesar de "la que está cayendo", tengo un techo bajo en que refugiarme si hace frío o si llueve, (y no un conjunto de hojas de banano o chapas que probablemente se caerán en algún momento de la estación de lluvias), varios platos diferentes de comida diarios, (y no un plato de arroz o frijoles para pasar el día), la tranquilidad de pasear por el campo, sabiendo que no va a explotar una mina a mis pies, o de saber que, si lo necesito, puedo recibir ayuda en un hospital sin que mi familia tenga que endeudarse durante años. 
 Mujer trabajando, Long Neck Ladies
Hilltribe, Chiang Mai
También un lugar donde tengo el privilegio de poder vestirme de colores, llevar el pelo suelto, decir lo que pienso, trabajar y decidir con quién casarme, si realmente quiero hacerlo. O simplemente de poder conseguir un pasaporte que me permita viajar y salir de mi país, si quiero. 
Que no se me olvide nunca que tengo un millón de razones por las que estar agradecida, he visto muchas situaciones y personas que me han dado esa lección de gratitud teniendo la décima parte de "suerte" que yo en ese reparto de cartas que nos hacen al empezar la partida de la vida.

 Disfrutando del momento, 
Halong Bay, Vietnam
Estoy profundamente agradecida a todos los amigos que he conocido en el viaje, os envío un GRACIAS enorme por haberme enseñado tantas cosas sobre vuestra cultura, vuestro país, y haber compartido conmigo inquietudes y emociones. Os llevo para siempre en mi corazón y ojalá nuestros caminos vuelvan a cruzarse en el futuro.
También me gustaría daros las GRACIAS a todos los amigos que, en la distancia, me habéis acompañado, con vuestro cariño y apoyo y vuestros mensajes.
 GRACIAS!!!
Cuando pensé en escribir un blog de mi viaje mi ilusión era poder inspirar o ayudar un poquito a alguien que estuviera atravesando una situación que a priori pueda parecer "difícil" y quizás inspirar y transmitir con un modesto ejemplo, cómo siempre podemos elegir nuestra actitud y ver cada situación como una oportunidad, tomando impulso para realizar nuestros sueños después de reflexionar y decidir cuáles son.
Jamás pensé que el blog pudiera tener la difusión y respuesta que ha tenido, estoy realmente sorprendida. Gracias por venir conmigo a través del blog en esta maravillosa experiencia, me siento muy feliz de haber podido alegraros o ayudaros en alguna medida, como me habéis transmitido en algún mensaje personal que me ha emocionado.
Para lo que necesitéis podéis contactar conmigo en este e-mail:nbermudezmayoral@yahoo.es.
Estaré encantada de hablar con vosotros y poder compartir momentos y experiencias en este apasionante viaje de la vida...
 HASTA SIEMPRE...

sábado, 28 de septiembre de 2013

Fin de mi novena y última etapa (Tailandia)

En este destino he tenido la suerte de encontrarme con algunos ángeles, que me han ayudado en alguna situación un poco más complicada, y que me han hecho afianzarme en la idea de que lo más importante es creer siempre que todo irá bien, confiar en la vida. De nuevo, las personas y las relaciones que he podido entablar en mi camino es lo más bonito que, afortunadamente, me llevaré de vuelta a casa en mi mochila...

Con New, en Bangkok
En Bangkok, con Ami y
 Saori, (Japón)
Con Mady, (Pakistán), en Bangkok

En Bangkok, con Alvaro y 
Yasmina, (Madrid)
 Con Nadine (Inglaterra), en Chiang Rai
Con una estudiante tailandesa en el 
templo del Buda esmeralda, Bangkok

Chiang Rai, en la frontera natural tailandesa del río Mekong...

Una de las paradas interesantes en el camino de Chiang Mai a Chiang Rai es el Templo Blanco, es espectacular ver los destellos de colores que producen sus cristales y pequeños azulejos a la luz del sol...
El camino de entrada al Templo es una alegoría de las almas que están en el infierno y quieren escapar. El templo representa el nirvana.
 Templo Blanco
 Entrada al Templo Blanco
Chiang Rai es la población que limita en el norte de Tailandia con otros dos países, Myamair, (antigua Birmania) y Laos. Desde ahí se puede observar el Triángulo de Oro, un pequeño islote triangular donde se comerciaba unas tres o cuatro veces al año, durante la estación seca, (durante la estación de lluvias ese islote desaparecía por la crecida del río Mekong), y la moneda de cambio era el oro, de ahí que se le conozca como el Golden Triangle. 
 Golden Triangle, (Myamair,
 Laos, Tailandia)
En esta zona Tailandia hay también, por tanto, una gran mezcla de diferentes etnias.
Conociendo las costumbres de
 la tribu de Akha

viernes, 27 de septiembre de 2013

La gastronomía tailandesa, un espectáculo de aromas, texturas y colores

Exquisita, variada, con multitud de texturas y sabores riquísimos, no en vano es una de las más reconocidas del mundo. No hace falta ir a restaurantes de lujo para saborear una comida buenísima, incluso en la multitud de puestos callejeros que llena Bangkok se puede apreciar su cocina rica y sabrosa. El plato estrella, los fideos, en multilples formas y mezclados con verduras, pescado, carne, pollo, marisco...
Sopa tailandesa de fideos, albóndigas 
de carne y verduras

Fideos, verduras y pollo
 Fideos de arroz, soja germinada,
cerdo y cacahuetes...muy rico!
Rollitos tailandeses
Fideos fritos con tofu, gambas, 
soja germinada y cacahuetes...delicioso!


Chiang Mai, la unión de naturaleza salvaje y mezclas étnicas...

En el norte de Tailandia se encuentra Chiang Mai. Esta preciosa zona ofrece riqueza cultural, paisajes maravillosos, fauna y flora, tranquilidad y una gran variedad de posibilidades de actividades diferentes. 
Entre sus templos se encuentra el Wat Phra Singh, el Wat Chedi Luang o el Wat Phan Tao. A las afueras de la ciudad se encuentra otro imponente templo, el Wat Phra Doi Suthep. 
 Buda reclinado, Wat Phra Singh
Wat Phra Singh
Desde Chiang Mai se puede ir a la selva, para ver reservas de elefantes, (muchos de ellos enfermos o muy mayores, los rescatan y los cuidan, protegiéndolos ademas de los cazadores furtivos) y también visitar poblados de tribus de la zona, como la tribu de las Long Neck Ladies.
Long Neck Ladies Hilltribe
Niña en Long Neck 
Ladies Hilltribe
En la reserva de elefantes
Jardín de orquídeas

jueves, 26 de septiembre de 2013

Bangkok, la caótica ciudad que te deslumbra con sus templos...

Sinceramente, creo que hay que prepararse mentalmente antes de pisar por primera vez la capital de Tailandia. Y es que, en esa primera impresión que todos nos hacemos de los lugares, Bangkok resulta ser una ciudad que aturde, que satura, incluso que intimida. Pero, al igual que esa persona que te robó el corazón cuando la fuiste conociendo, aunque no te había caído bien cuando os presentaron, así Bangkok te va conquistado poco a poco con sus encantos...
Agitada, dinámica, enérgica, tradicional, comercial, sabrosa, cultural, marchosa, moderna...todo eso y más es Bangkok, la ciudad que nunca descansa.
Buda reclinado
 Buda reclinado
Gran Palacio
En el plano cultural hay visitas obligadas muy interesantes, como el Gran Palacio y el Wat Phra Kaew, (alberga el famoso Buda Esmerada), en el barrio de Ko Ratanakosin o el Wat Pro, (con un Buda reclinado gigante). Es muy interesante conocer también la zona comercial y moderna, como la de los distritos de Siam, Pratunam, Silom y Chinatown. 
Imprescindible también probar un masaje típico tailandés para entender que la felicidad empieza aquí en la tierra...
Guardián del Templo del
Buda esmeralda
Monjes budistas rezando frente a Buda
Recomendación:
* Alojamiento: Lub*d Hostel,
4 Decho Road, Suriyawong, Bangrak, Bangkok.

Ayutthaya, la antigua ciudad que emerge de sus ruinas...

A tan sólo una hora de Bangkok se encuentra Ayutthaya, considerada Patrimonio Mundial por la Unesco en 1.991. Este solemne lugar ayuda a entender la historia pasada del país, cuando la ciudad era la capital de Siam. A pesar de que muchos de sus templos se encuentran actualmente en ruinas, bien por el paso del tiempo o las guerras, la ciudad tiene una riqueza cultural e histórica innegable. 
Algunos de sus templos más famosos son, por ejemplo, Wihaan Mongkhon Bophit, (tiene un Buda de bronce de 17 metros de alto), el Wat Phra Mahathat, (conocido por su cabeza de Buda atrapada entre las raíces un árbol) o el Wat Phra Si Sanphet, (el mayor templo de Ayutthaya).
Templo en Ayutthaya
 
Wihaan Phra Mongkhon Bophit
 Buda gigante reclinado, Ayutthaya
 Wat Phra Mahathat

miércoles, 25 de septiembre de 2013

Reflexiones de una viajera (VII)

Otra de las lecciones que he aprendido en este viaje tiene que ver con la generosidad. Es curioso, pero las personas más generosas muchas veces son las que menos tienen. Tendemos a dar a los demás lo que nos sobra, y lo que a mí me deja sin palabras es ver que personas que no tienen prácticamente para comer comparten lo poco que tienen contigo o incluso te lo ofrecen antes que quedárselo para ellos mismos. Esto es para mí la auténtica generosidad.
 Campesina, Sapa, (Vietnam)
Pero hay otra cosa que comparten en otros países "menos desarrollados", muchísimo más que en nuestras sociedades más "ricas". Es algo muy valioso, que todos apreciamos mucho y que todos tenemos y podríamos dar a los demás de forma más generosa: el tiempo. Me he encontrado con mucha gente, en la calle, por ejemplo, que me ha regalado mucho tiempo para hablar conmigo, regalarme una sonrisa, explicarme y orientarme, invitarme un café o té, incluso acompañarme a mi destino, simplemente por el hecho de compartir y conversar. Sin mirar el reloj ni mucho menos el móvil. Me da qué pensar, sobre nuestra sociedad civilizada, donde siempre vamos con prisas y corriendo, donde a veces estamos físicamente delante de un amigo y estamos en otra conversación a la vez con el móvil, estamos oyendo, pero no escuchamos, nuestra mente está en varios sitios a la vez... ¿Cuántas veces nos paramos por la calle a hablar con alguien que no conocemos o a ofrecerle muestra ayuda? ¿Cuánto tiempo dedicaríamos a un extranjero que necesita ayuda? ¿Acompañaríamos a alguien perdido o que tiene problemas con el idioma a su destino? En esa reflexión, a mí, desde luego, me queda mucho por cambiar, me he dado cuenta de que no querría perder esa capacidad de "re-conocer al otro", tomar tiempo para dedicar a los demás, para compartir y ofrecer una sonrisa, mirar a los ojos y "ver de verdad"... Creo que de ahí parte la verdadera generosidad, dar a los demás lo más valioso para nosotros: nuestro tiempo.
 Tam Coc, (Vietnam)

martes, 24 de septiembre de 2013

Reflexiones de una viajera (VI)

El otro día reflexionaba con mi buen amigo Luis sobre las cosas que nos hacen estar en comunión, en conexión con el mundo. Por supuesto, hay muchas más cosas, además de viajar, que a cada uno le pueden suponer alcanzar ese sentimiento de plenitud. Luis me decía que el creía que esa sensación de comunión con el mundo la sientes cuando haces lo que realmente te llena, sea correr, viajar, estar con tu niño si eres padre, con tu amada si estás enamorado, alcanzar la cima si eres alpinista, salir al escenario si eres actor, ver tu libro escrito si eres escritor... Estoy totalmente de acuerdo con Luis. Esa sensación en la que fluyes, es la que experimentas cuando haces algo que te hace feliz y te llena.. en ese momento no ves pasar las horas, estas tan absorto en lo que haces, te encuentras tan a gusto, que las horas pasan volando, te sientes pleno, realizado.. y en conexión.. y para cada uno puede ser una cosa la que le haga sentirse así, o, incluso, puede ir cambiando a lo largo de tu vida.. Eso es lo que nos hace evolucionar. 
 Pagoda del Perfume, Vietnam
Lo que es vital es que cada uno de nosotros descubramos primero que es ESO que nos hace fluir.. y después, en la medida de lo posible, intentemos llenar nuestra vida con esos "momentos". Yo los llamo "momentos nutricios", que te dan energía, (pueden ser momentos, o personas, lugares o actividades..), y así iremos creando, construyendo nuestra felicidad....porque la felicidad puedes buscarla o crearla tú mismo, eso también depende de tí...¡está en tus manos!

lunes, 23 de septiembre de 2013

Fin de mi octava etapa, (Vietnam)


He encontrado de nuevo en este país gente maravillosa con la que he tenido la suerte de compartir experiencias, inquietudes y conversaciones. Es curioso, pero cuando se viaja, sobre todo al viajar solo, se establece un vínculo especial con las personas con las que conectas en el camino, y abres tu corazón con más confianza, teniendo conversaciones en tan sólo un día que de otra forma tardarías mucho mas tiempo en tener. Es maravilloso esa capacidad de abrir nuestro corazón, hablar sin miedos, sin temor al que dirán... se es un poquito más “uno mismo”, pues sabes que los amigos del viaje no te conocen, no te van a juzgar, y se crean vínculos especiales...
Con amigos de Israel, Holanda, 
Francia, Vietnam y España
Con Desi, en Halong
Cenando con Samantha en Hanoi
Con Ana, Jose y Samantha en Tam Coc
Con unos estudiantes 
en las calles de Hanoi
 En el Fullmoon Festival
Fullmoon Festival en 
Dong Xuan, Hanoi

Tam Coc, el relajante paisaje en medio de los arrozales...


Este espacio natural, que se disfruta paseando con una barquita por el rio Ngo Dong, muestra un paisaje maravilloso de rocas en medio de arrozales en los que los pescadores siguen realizando su labor de la forma tradicional. 
Se encuentra a unas tres horas en coche de Hanoi y es una visita muy recomendable.
 Tam Coc
Barcas por el rio Ngo Dong
Tam Coc desde el rio
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