domingo, 18 de agosto de 2013

Reflexiones de una viajera

Hoy no voy a hablar de ningún lugar en concreto, sino de algunas reflexiones que me gustaría compartir con vosotros. Estoy en el ecuador de mi viaje, ya llevo un mes y medio viajando con mi mochila, conociendo lugares fantásticos y ciudades maravillosas. Pero lo que más me está enriqueciendo en este viaje es, sin duda, la gente y los amigos que estoy conociendo en el camino. Las conversaciones compartidas con ellos no tienen precio, son momentos únicos que me están permitiendo aprender muchísimo con y de los demás.
Como me dijo un buen amigo, Javier, antes de emprender este viaje... Es una peregrinación, un viaje de descubrimiento, tenía toda la razón, está resultando una vía de conocimiento de mí misma, a través de los demás, hacia fuera y hacia dentro al mismo tiempo. He compartido momentos de conexión, por ejemplo, con una familia ecuatoriana, hablando de la situación social y política de su país, con una amiga de China que vive en Washington hablando de la realidad laboral china o con una amiga de Guatemala sobre la situación de la mujer en su país.
Jardín Botánico, Golden Gate 
Park, San Francisco
Creo que en la vida es importante pararse a pensar, de vez en cuando, dónde estamos y hacia dónde queremos ir... Cuestionarnos si lo que estamos haciendo, o lo que somos, es lo que realmente queremos ser y hacer. Esto es algo que he compartido con muchos viajeros, y en muchas ocasiones hemos coincidido que el viaje nos está permitiendo "tomar perspectiva" de nuestra vida, poder analizar y poder elegir hacia dónde queremos dirigirnos. Qué curioso, aunque no es siempre necesario emprender un viaje, el tomar esa distancia quizás ayuda a enfocarse mejor. Conocer otras formas de ver la vida, otras culturas, algo más allá de los "muros de tu jardín"... Y, de nuevo, hace falta saltarse las normas, salir del camino convencional, y, por supuesto... lidiar con las barreras que nos podemos encontrar para ello. Cuando te sales del camino que los demás "esperan que sigas" tienes que estar preparado para tener que responder a personas que van a verte raro, diferente... De todas las veces que he tenido que enfrentarme a esta situación me hizo gracia la que que viví en un aeropuerto en USA, donde el policía del control de pasaportes, (se escudan en su situación de poder que les da supuestamente derecho a preguntar todo lo que se les ocurra...) empezó a cuestionarme por qué viajaba sola... Mi respuesta no pudo ser más sencilla... Y por qué no? El sonrió, pero quiso seguir indagando: No tienes marido que te acompañe? No tienes hijos? Cuando respondí que no, el fue más allá: Y no te importa? (imagino que esto lo preguntó ante mi gran sonrisa y mi cara feliz). Comprendí que era un poco absurdo intentar explicarle a este buen hombre que no me hacía realmente falta para ser feliz, pero me resulta curiosa esta cuestión... a lo que se considera "cierta edad", el salirte de lo convencional, de lo establecido, puede parecer "raro". Creo que hay muchos caminos para ser feliz, no existe solo una opción, y no es, por supuesto, la misma para todos. Lo importante es ser feliz con la opción que tu elijas, no elegir la que se supone "que te corresponde" . Me queda la duda de si este policía le hubiera preguntado lo mismo a un chico de mi edad viajando solo...  Es cierto, que también, ante mis respuestas, lo único que el me dijo fue... "Tienes suerte, yo estoy casado y con hijos y no voy a poder viajar a Francia, que es lo que siempre he querido hacer". No digo que una opción sea mejor que otra, simplemente son diferentes.. Sólo que no juzguemos lo que "debería ser", hay tantas opciones como queramos, y somos cada uno de nosotros los que elegimos... sabiendo además que, cuando queramos, podemos cambiar la dirección de nuestras vidas y tener nuevas prioridades e ilusiones.
Yosemite National Park

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